Murakami: correr y escribir



Tanto escuché hablar de Murakami que acabé leyéndolo. Hace un par de años leí Norwegian wood. No me gustó gran cosa, pero me expliqué perfectamente su éxito. Es una literatura adolescente; una mezcla comercialmente afortunada de facilidad narrativa, cultura pop y crisis dieciochescas. Algunos amigos me aseguran que el buen Murakami es otro, el autor de Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, por ejemplo. Tal vez, pero no me quedaron muchas ganas de probar. Ahora leo apresuradamente (porque lo compré para regalarlo) su De qué hablo cuando hablo de correr. Lo que he leído me gusta más que todo Norwegian wood. Es un estupendo ensayo autobiográfico sobre esa extraña combinación, deporte y literatura. Me gusta también, lo confieso, porque transcurre en escenarios que conozco y en los que yo mismo, que no tengo nada de corredor, corrí alguna vez (por cierto, en las mismas fechas que Murakami, puede ser que hasta me lo haya topado). Me quedo, pues, con sus evocaciones de las mañanas corriendo a lo largo del río Charles, en Cambridge, siendo rebasado por las jóvenes estudiantes de Harvard y sus colas de caballo: “La mayoría de ellas son bajitas y estilizadas, llevan camisetas de color fucsia con el logotipo de Harvard y colas de caballo rubias, y escuchan música en sus ipod nuevos, mientras corren en línea recta cortando el viento”.

2 comentario en “Murakami: correr y escribir

  1. Hola, Pablo. Soy el Prángana. Sólo quería decirte que me pasó exactamente con Murakami. Leí también Tokio Blues (como también se conoce a la novela que citas) y no me pasó nada de nada. Si bien la simpleza pueda ser una virtud, no es el caso. El asunto de esta novela, como bien sabes, es simplísimo: jóvenes que se "azotan" por nimiedades y que nada más ya nunca se recuperarán. Queriendo encontrar al buen Murakami, leí Al sur de la frontera. ¡Otra decepción! Y luego me metí con los cuentos, y me decidí a dejar el libro al tercer relato; y al autor para siempre sin mirar atrás, sin remordimientos. Uno podría suponer que el éxito de Murakami sólo se explica bajo la luz de la cultura pop: tan pronto se infla algo, de inmediato se revienta (¡pop!) Ignoro si la imagen resulta elocuente, pero es lo que se me ocurre a la una de la mañana. ¡Saludos!
    pd. Por cierto: ¿has leído a Amos Oz? Empecé a leerlo hace como un mes, y las novelas que llevo me han encantado. Es refrescante leer a un novelista que en verdad cree en la literatura.

  2. De Murakami leí "Kafka en la orilla" y me gustó, mucho, tal vez por ser tan amante de las bibliotecas y los libros. Buscaré este otro. Víctor Hugo Vásquez Rentería organizó no hace mucho una mesa redonda sobre esa novela, con corredores lectores de literatura. No asistí pero me contaron que estuvo interesante.

    Coincido con el Anónimo de arriba. Amoz Oz es un señor de la literatura. "Un descanso verdadero" me ofreció un panorama -para mí, nuevo- de la vida en Israel. Bien por él.

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