Criticismo, como se desprende de su nombre, pretende ser ante todo una revista de crítica (literaria y cinematográfica, fundamentalmente). No hace falta repetir aquí los consabidos y justificados lamentos sobre la histórica ausencia de crítica en la cultura hispánica. Pródiga en otros géneros, no lo ha sido en la crítica, que palidece frente a nuestra poesía o nuestra narrativa. Ésta es una de las razones por las que Criticismo quiere dedicarse exclusivamente a ella.
Criticismo entiende la crítica como el ejercicio lúcido y apasionado de la inteligencia frente a la obra de arte; comprender, aclarar, juzgar y orientar son las tareas básicas del oficio. Cree que, aunque subsidiario (pues requerirá siempre de la obra para existir), es un género literario en sí mismo y como tal no debe ser menos exigente en cuanto a la forma que otros. En la edad del imperio de la imagen, la información atropellada y la opinión fácil y desechable –fenómenos que se agudizan en la red, cuyas ventajas, por lo demás, sería absurdo ignorar, y es por esto que se presenta en formato electrónico–, Criticismo reivindica el poder de la palabra escrita, la lectura lenta y la reflexión detenida y fundamentada. Solo exigiéndose más a sí misma y distinguiéndose por sus ideas y su prosa de la avalancha de opiniones publicadas por doquier, podrá la crítica seguir teniendo un lugar en nuestra cultura.
Criticismo, publicación trimestral, constará principalmente de reseñas y ensayos. Sus colaboradores son jóvenes que, de gustos e intereses diversos, tienen en común la pasión por la lectura y la crítica. Como toda empresa de este tipo, Criticismo está en busca de cómplices, hombres y mujeres que compartan con quienes lo integran esa misma pasión. Ojalá sean ustedes, lectores, parte de ellos; ojalá Criticismo sea parte de ustedes.