Johnsoniana



Si un hombre no hace nuevas amistades conforme avanza en la vida, pronto se encontrará solo. Un hombre debe mantener su amistad en constante reparación.

 

La pereza es un mal que debe ser combatido, pero yo no aconsejaría una rígida adherencia a un plan de estudios en particular. Yo mismo no he persistido en un plan más de dos días seguidos. Un hombre debe leer según su inclinación; lo que lea por obligación le aprovechará poco.

 

Resuélvete y mantén tus resoluciones; elige y persiste en tu elección. Si pasas el día de hoy estudiando, te encontrarás en mejor disposición de estudiar mañana; no debes esperar alcanzar la victoria de una sola vez. La relajación no se supera fácilmente. La resolución a veces se afloja y la diligencia algunas veces se interrumpe, pero no permitas que ninguna desviación o sorpresa accidental, larga o corta, te desalienten. Considera estos fracasos un incidente común a toda la humanidad. Comienza de nuevo donde lo dejaste y esfuérzate en rechazar las tentaciones que te vencieron antes.

 

La vida no es larga y no hay que pasarse mucho tiempo deliberando cómo la vamos a emplear. La deliberación, que comienza como prudencia y se prolonga como sutileza, concluye, tras mucho pensar, en la suerte.

 

Sea lo que sea que la filosofía determine sobre la naturaleza material, es verdad que a la naturaleza intelectual le repugna el vacío; nuestras mentes no pueden estar vacías y el mal irrumpirá en ellas si no están ocupadas con el bien.

 

Un hombre prefiere que se digan cien mentiras sobre él que una verdad que no desea que sea dicha.

 

El patriotismo es el último refugio de un canalla.

 

No esperes razonar por completo todos tus problemas; no los alimentes con la atención y se diluirán imperceptiblemente. Fija tus pensamientos en tus ocupaciones, llena tus intervalos con compañía y volverá a brillar el sol en tu mente.

 

No hay nada contra lo que un viejo deba ponerse tanto en guardia como dejarse cuidar como un niño.

 

Lo que leemos por gusto causa una impresión más fuerte. Si leemos sin gusto, la mitad de la mente se emplea en fijar la atención, así que no queda sino la mitad para emplearse en lo que leemos.

 

La vida es una carrera de deseo en deseo, no de gozo en gozo.

 

La vida no admite demoras; cuando el placer puede ser alcanzado, hay que tomarlo. Cada hora se lleva parte de las cosas que nos causan placer y quizá parte de nuestra capacidad de sentirlo.

 

Cuidémonos de pensar que se acaba la felicidad sobre la tierra cuando somos nosotros los que nos volvemos viejos o somos infelices.

 

Cuando un ataque de ansiedad, de melancolía u otro tipo de perversión mental se apodere de ti, oblígate a no hacerlo público quejándote y esfuérzate en esconderlo; así se alejará. Mantente siempre ocupado.

 

El clarete es un licor para niños; el oporto, para hombres, pero aquel que aspira realmente a ser un héroe debe tomar brandy.

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